12.09.2008

Elionor d'Aquitània, reina de trobadors


M'estic llegint un llibre sobre aquesta dona intrigant, valenta i terriblement avançada al seu temps. Sempre s'ha reproduït la seva imatge com una dona preciosa, fascinant, l'encarnació de la bellesa medieval que després veurem en personatges artúrics com Ginebra o Morgana. Va tenir una agitada vida, movent-se amb astúcia per les corts de França i Anglaterra. Se li coneix una història d'amor adúltera amb el seu oncle, Raimundo, durant el viatge a la segona creuada, fet que provocà el divorci del seu primer marit, el rei LLuis VII de França. Es casà després amb un Plantagenet, futur rei Enric II d'Anglaterra, i va tenir una pila de fills. Amb vuitanta anys, i cal remarcar 80 anys del segle XII, va travessar els Pirineus per assistir a les núpcies d'una neta, Blanca de Castella.

Se la coneix com la reina dels trobadors. He trobat unes reflexions interessants respecte al canvi que va provocar ella en la imatge de la dona.

Gracias a esta mujer asistimos a un cambio espectacular en la valoración de la figura femenina. Si bien hasta ese momento la mujer es vista como un mero objeto o posesión de su marido, pasa a convertirse en el ideal del hombre, en aquella a la que van dirigida todos los cantos y alabanzas y es objeto de todos los actos nobles de caballeros. Introduce por tanto el tema del amor cortés, surgiendo así el amor caballeresco que se da en todo el ciclo artúrico. Ahora una dama podía convertirse en el objeto de devoción de un caballero, algo impensable hasta ese momento. La manera de introducir un cambio tan drástico fue mediante el mecenazgo que esta mujer, y que después continuaría su hija Marie de la Champagne, ejercía sobre los bardos y trovadores, haciendo esas obras por encargo y por tanto, haciéndolo al gusto de ellas, mientras que sus maridos están guerreando y no dan demasiada importancia a la literatura. Ella misma sirve de modelo para algunas de las protagonistas como Ginebra o Isolda. Como dice Jean Markale: "Fue necesario que una reina apasionada por el tema del amor y por la poesía prestara oído a los fabulistas bretones que recorrían sus estados continentales e insulares para que se desatara un proceso único en la historia literaria: la invasión de un viejo mito y su rejuvenecimiento a través de poetas cuyo genio se revela en el grandioso fresco que nos han dejado. Tristán, Isolda, Arturo, Ginebra, Lancelot, Gauvin, Merlín, Yvain, Laudine, Luned, Viviane y Morgana: estos nombres, convertidos en símbolos universales, nos traen el recuerdo de Leonor. Sin ella no serían más que sombras".